Por Pablo Agustí Chinchilla
“Warhammer 40000”, también conocido como Warhammer 40K, W40K o símplemente 40K, acaba de cumplir 25 años. Por un universo tan rico y diverso que ha influido en la cultura general más de lo que uno sospecharía no se puede hacer menos que celebrarlo dedicándole un pequeño espacio en nuestra página.
De origen inglés, se originó como versión futurista y de ciencia ficción del juego de miniaturas “Warhammer Fantasy Battle” ya existente y no tardó en conseguir una personalidad propia y muy personal que bebía de la literatura de culto de la ciencia ficción, fundiéndola con elementos de la fantasía medieval europea (como elfos u orcos) y con literalmente toneladas de elementos de culturas diversas. El resultado ha sido un universo tremendamente rico que ha dado lugar a una ingente cantidad de arte pictórico basado en él, miniaturas para juegos de mesa, libros, video juegos e incluso películas, desde su origen hasta la actualidad y sin perder fuelle.
Entre sus fuentes de inspiración en la ficción podemos encontrar "Dune", "La Fundación" de Isaac Asimov, "Star Wars", "El Señor de los Anillos" y muchas otras, mientras que en el ámbito cultural y estético adopta elementos principalmente europeos, desde el Imperio Romano a las cruzadas medievales, pasando por las guerras mundiales y el conjunto de sus simbologías, como el águila dorada bicéfala y los cráneos humanos. La religión de las distintas facciones es un elemento clave en ese universo, por lo que las batallas a menudo se presentan con una escenografía que perfectamente podría situarse en las vidrieras de alguna iglesia, un aspecto deliberado que le otorga una gran fuerza en la psique occidental.
Todo ello da como resultado un argumento situado en un futuro distópico, estéticamente neo-gótico fictício y de una crueldad excesivamente realista en ocasiones, en el que grandes civilizaciones entablan sangrientas batallas constantemente por el control de una galaxia hostil a todas ellas. En él, las fuerzas más bondadosas y constructivas superan con creces los más salvajes excesos del fascismo europeo de los últimos siglos, como la xenofobia, la censura, la inquisición, las purgas ideológicas, la esclavitud y demás, con un ligero tinte lovecraftiano, por lo que no todo el mundo podrá disfrutar de la experiencia. Eso sí, para el que sepa entender su retorcido espíritu y perciba su sarcasmo constituirá una fuente prácticamente inagotable de entretenimiento.
No es de extrañar que tras una trayectoria tan extensa le hayan salido con los años muchos homenajes y cuasi plagios. Entre los primeros podemos encontrar video juegos tan populares como Halo y Gears of War (juego reciente que muchos perciben erróneamente como el origen de Warhammer y no al revés), y entre los segundos encontramos al mítico Starcraft, a la vez un clásico y una vergüenza por basarse tanto en el universo que hoy nos ocupa.
Es un hecho que Warhammer 40000, se quiera o no, es un puente entre la literatura de culto y los superventas actuales, bebiendo de unos y otros e inspirando otros tantos constantemente. Por todo ello: Muchas felicidades, y que cumplas muchos más.
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