Cerca de 50.000 personas vibraron el pasado viernes con el espectáculo musical que ofreció la banda estadounidense Bon Jovi para poner en marcha el festival Rock in Río Madrid 2010.
El cuarteto de New Jersey regresó a nuestro país después de dos años de ausencia para demostrar una vez más que a pesar de los años y los cambios en su música a un estilo más comercial siguen siendo unas leyendas del rock.
Para calentar motores en el Escenario Mundo, primero actuó el cantante catalán Macaco ofreciendo una actuación con mucho ritmo donde fusionó diferentes estilos musicales que iban desde la rumba hasta el reggae con canciones como Todos, Seguiremos y por supuesto no faltó su tema politonero Moving que hizo bailar al personal.
Más tarde se subieron al escenario los miembros de la banda Pereza para deleitar a los presentes con su rock canalla con referencias zeppelianas. Inmersos en un escenario teatral con cortinas y lámparas de antigüedad y con un look muy British- Leiva iba ataviado con una chaqueta militar tipo beatle y sostenía una guitarra Gretch blanquecina camuflándose en sus gafas de sol de motero y Rubén con bandana a lo Keith Richards- dieron un repaso a parte de su discografía con temas de los primeros álbumes como Animales o Quiero Hacerlo y los éxitos como Estrella Polar, Pirata o Madrid. Tras algún que otro homenaje a los grandes dioses del rock’n’roll internacional tocando riffs como Black Dog de Led Zeppelin, Smoke on the Water de Deep Purple o Crossroads de Cream y algunos temas más llegó la sorpresa: en el stage aparecieron nada más ni nada menos que Carlos Tarque, vocalista de M-Clan, y Ariel Rot para completar la noche con un Hace Calor de Los Rodríguez.
Y llegó el momento esperado. Bien pasada la media noche saltó al escenario Bon Jovi con la guitarra de Sambora sonando a Blood y Jon saludando al entregado público vestido con un look muy propio de sus épocas Bed of Roses con un chaleco de cuero negro. Tras éste clásico de los de New Jersey, le tocó el turno al nuevo single de “The Circle” titulado: We weren't Born to Follow y luego regreso al pasado con You Give Love a Bad Name, Born to be my Babe y Bad Medicine con la que los fans más acérrimos se desgañitaron de lo lindo y con las que se demostró con creces porqué Sambora es uno de mejores guitarristas de todo el mundo. Mientras sumergían al público en un viaje por toda su carrera musical- Runaway, Keep the Faith o It’s my Life, Have a Nice Day- también hubo ocasión para ver una faceta desconocida del frontman como “bailaor” moviendo las caderas al más puro estilo Shakira y precisamente nombrando a la misma. Luego llegó uno de los momentos más emotivos de la noche con un entregado David Bryan al piano y un Jon Bon Jovi demostrando de qué pasta está hecho cantando Hallelujah con sublimidad. Para despedirse se decantaron por dos clásicos apoteósicos: Wanted Dead or Alive y Living on a Prayer que fueron acogidos con fuertes ovaciones por el público.
Paralelamente y desde el principio de la tarde el Escenario Sunset acogió a otras bandas conocidas tanto del panorama nacional como internacional. Como acto inaugural se encontraban los mexicanos Zoé que animaron excelentemente al grupo de rockeros alternativos que se encotraban frente a ellos bailando hasta desnucarse con cada uno de los temas como con Vía Láctea, Nada y sobretodo Love. Con ellos se subió al escenario aunque por un rato muy breve la cantante malagueña Anni B. Sweet para interpretar la canción Poli.
Tras éstos les tocó el turno a los incombustibles Mägo de Oz que transportaron al público hasta el universo Gaia presentando su décimo álbum de estudio "Gaia III: Atlantia". Molinos de Viento fue la elegida para abrir el apetito metal céltico de los fans de la banda. En el repertorio contaron con canciones de su último disco como Que el Viento Sople a tu Favor o ya clásicos como La Posada de los Muertos o El que Quiera Entender. Uno de los momentos clave del concierto fue cuando el vocalista José Andrëa en forma de protesta ecologista denunció los destrozos ambientales creados por el desparrame de petróleo en mares estadounidenses y acto segido se pusieron a tocar La costa del silencio. Como última parada deleitaron a su público tocando con el puño en alza una de las grandes: Fiesta Pagana.
Después de varias horas circulando entre varios estilos musicales y para finalizar la velada, el DJ alemán Paul Van Dyk, apodado como “el arquitecto del sonido” se marcó una buena sesión de trance en el Escenario Mundo para adentrar poco a poco a los asistentes en el mundillo de Morfeo.
La próxima jornada: Rock in Río - Day 2: Duelo de Divas.
*Si quieres saber qué ocurrió en la rueda de prensa que Bon Jovi ofreció el viernes en el Hotel Palace, lee más abajo.
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