por Cristina Martínez
Desde hace ya un tiempo que se vienen celebrando unos emocionantes concursos-festivales de directos de grupos como Surface o Wolfest, bajo lemas que prometen honestidad y respeto por las bandas y se sigue encontrado, como es de entender, un negocio con el que la organización saca provecho.
“Surface Festival es un evento de música en directo que se realiza en toda Europa y que atrae el interés tanto de grupos de música y artistas como del resto de agentes de la industria musical. El objetivo del festival no es otro que el descubrir y promocionar nuevos talentos en las principales ciudades Europeas, proporcionando una difusión de sus distintas propuestas musicales tanto a nivel nacional como internacional”. http://www.surfacefestival.com/es/aboutTheFestival.html
“WOLFEST es el primer FESTIVAL-CONCURSO para bandas emergentes organizado por músicos y por tanto, con una nueva y DIFERENTE FILOSOFÍA.
¿Estás HARTO de concursos-empresa que de lo único que se preocupan es de recaudar? ¿Estás HARTO de tener que pasar por innumerables fases para optar a algún premio? ¿Quieres tocar en las MEJORES SALAS de tu ciudad?” http://www.wolfestmusic.com/index.php
Realmente no sé si hay algún grupo al que un concurso de este tipo le haya dado un giro radical a su vida profesional, ni sé cuánto dinero aportan los sponsors a estos eventos, ni los tratos especiales de contratación que puedan dar las salas a los organizadores, en ningún caso este es un artículo de investigación. Mi propósito es exponer el que creo que es el negocio de estos grandes concursos-festivales.
Tomando como referencia las presentaciones que encontramos en las páginas web del Surface y el Wolfest, el objetivo común de estos dos concursos es la promoción de la música independiente y de los nuevos talentos. De los dos, Wolfest declara de forma directa no ser un “concurso-empresa”. Entiendo que la intención de los organizadores de estos concursos no es lucrase de la participación de las bandas.
A parte de la empatía que muestran hacía los grupos emergentes y su total comprensión por el malestar generado por otros eventos, estos concursos prometen a los grupos tocar en las mejores salas de su ciudad y la promoción del evento dentro de la industria de la música. Participar en el Surface o en el Wolfest es una oportunidad única, no sólo de tocar como un músico profesional, sino también de dar una pequeña muestra de la música y el directo a personas importantes.
Tanto el equipo de Surface y, a mí parecer especialmente, el de Wolfest son conscientes de la última tendencia en empresas promotoras que alegan promover los grupos emergentes. Desde hace ya algún tiempo, algunas personas contactan con grupos de una misma localidad ofreciéndoles tocar junto con otra u otras bandas previa venta de cierto número de entradas, o en su defecto, el abono de las mismas. El grupo sólo obtiene beneficios a partir del número exigido de entradas mínimas vendidas.
¿Surface y Wolfest son tan bondadosos como parecen venderse? Yo creo que no, pero me parece que han sabido venderse justamente.
Por un lado, los grupos no se escapan de desembolsar su dinero: 50€ o 25 entradas vendidas en el Surface, y 50 entradas vendidas en el caso del Wolfest. Aunque si los grupos tienen la suerte de tener una gran cantidad de amigos y grandes dotes comerciales, pueden ganar algo. En el Wolfest la recaudación desde la entrada 65 hasta un máximo de 150, será íntegra para la banda. En el Surface la cosa es algo más compleja, lo que se paga al grupo por entrada vendida varía en función del número de entradas vendidas y la fase del concurso en la que se encuentre; por poner un ejemplo, en la 1ª fase sería:
de 26 a 49 entradas – 1€
de 50 a 74 entradas – 1,50€
de 75 a 99 entradas – 2€
a partir de 100 entradas – 2,50€
Por otro lado, en el caso del Surface, las salas donde se celebran las distintas fases del concurso están lejos de ser de las mejores de Barcelona. El precio del alquiler de la sala es bajo y el precio de las entradas consistente (6€-7€ sólo la 1ª fase). El Wolfest sí se celebra en salas profesionales y además consta de una sola fase, aunque el concurso se repite varias veces con distintos grupos.
A tener en cuenta, haciendo números sabiendo el número de entradas obligatorias que debe vender (o pagar) cada grupo, el precio de las entradas y el número de grupos que participan:
Surface: 7 grupos x 25 entradas x 6€/entrada= 1.050€
Wolfest: 10 grupos x 50 entradas x 10€/entrada = 5.000€
El resultado es la cantidad mínima que recibirá el concurso con la venta de las entradas anticipadas de cada grupo.
Respecto a los premios, Surface ofrece un paquete de premios a los distintos ganadores (http://www.surfacefestival.com/es/prizeList.html) que puede resumirse en material, promoción y conciertos. Wolfest entrega un primer premio de 1.000€ y un ampli Orange como segundo premio, además Myspace selecciona a un ganador para premiarlo con una semana de promoción en la web de Myspace. Gran parte de los premios listados en la página de Surface son cortesía de los propios sponsors.
Por su parte, Wolfest parece que tampoco se ha dejado mucho en los premios, a excepción parece ser del premio en metálico.
Antes decía que el Surface y el Wolfest no son tan bondadosos como dicen ser, pero que han sabido venderse justamente. A diferencia de las “promotoras” que mencionaba antes, que sólo reciben y no dan, estos concursos-festivales reciben efectivo de los grupos y dan a éstos en forma de premios, y en el caso del Wolfest un sitio con encanto para tocar. Cada grupo valorará si son justos o no los premios y si merece la pena luchar por ellos. Pero después de ver el dinero que los concursos consiguen con la venta mínima de entradas y que los premios, y seguramente el backline, son cortesía de los sponsors, creo que queda bastante claro que la organización de los concursos saca bastante dinero para sí misma por cada noche.
La solidaridad se ofrece de manera gratuita, por lo que si estos festivales se solidarizan con la música emergente y su único propósito es promocionarla, la organización tendría que trabajar gratis para los grupos y realmente cubrir con las entradas únicamente el coste del alquiler de la sala, impresión de carteles, etc.
Mi opinión es que no hay que dar nada sin recibir algo a cambio. Las organizaciones de Surface y Wolfest hacen un trabajo que creo que debe ser pagado: diseño de carteles, contacto y alquiler de sala, contacto con sponsors, promoción, coordinación en la noche del concurso, pero, ¿en cuánto dinero se valora este trabajo?
Si no se consiguen vender el mínimo de entradas, los grupos acabarán poniendo el dinero que falta para participar. Aún en ese caso, pueden, según el concurso que sea, irse a casa con unas bonitas fotos profesionales de su directo y haber probado la experiencia de tocar en una buena sala (sólo en el caso del Wolfest!).
Llegados a este punto, creo que debo diferenciar dos tipos de grupos, aquellos que están empezando de forma más amateur, y aquellos que tras varios años han convertido su grupo en un proyecto profesional, al que dedican sí o sí su tiempo a ensayar y a preparar directos, su dinero para el alquiler del local, un buen material, etc. De ninguna manera, con esta diferencia quiero menospreciar el trabajo de los grupos que empiezan, lo que quiero es decir que existen diferencias de intereses y necesidades entre unos y otros, para ver así los beneficios que aportan o no estos concursos a cada uno.
Para los grupos que empiezan creo que es una gran oportunidad de vivir un concierto con un equipo de personas que se encargarán de todo. Sólo que ir allí con sus instrumentos a tocar y, con suerte, llevarse algún premio.
Para los grupos con un rodaje creo el precio que pagan a la organización por participar y optar al premio es caro. Como he mencionado antes, los grupos con un perfil más profesional invierten una buena suma de dinero en compra de material, en alquiler de local de ensayo, posibles pérdidas a la hora de tocar en directo, grabaciones. No sólo se invierte dinero, sino también tiempo y energías en montar bolos, promocionar el trabajo de la banda, etc. ¿Puede ser el beneficio que se les da a estos concursos en una noche represente mucho más de los beneficios que consigue el grupo en un año? Yo creo que sí, y en ese caso ¿no se está pagando un precio excesivo por tocar durante sólo 30 minutos y sin la garantía de recibir un premio?
El marketing de estos concursos, en mi opinión, se asemeja al de las universidades. Actualmente con la crisis y la dificultad para encontrar trabajo, las universidades venden que la solución al problema se encuentra en tener una exquisita formación, alegando que actualmente es lo que piden las empresas. Sus argumentos de ventas de cursos se basan en que el estudiante necesita de posgrados, cursos y másters para poder promocionarse como el candidato ideal a un puesto de trabajo y para demostrarlo hacen referencia al cambio de vida y mejora laboral radical de los estudiantes que han pasado por sus aulas (ej. http://www.il3.ub.edu/es/Home.html Gente IL3: escúchales). Surface y Wolfest captan participantes bajo la misma idea, inscribirse en el concurso dará a las bandas la oportunidad de promocionar su música delante de profesionales del sector musical, lo que implica oportunidades entrar a formar parte de la industria musical.
Los lemas de estos concursos “la promoción de los grupos emergentes”, “alguien que se preocupa por las bandas”, “WOLFEST pretende ser lo más transparente posible” genera prácticamente una confianza absoluta en la organización y despierta la creencia en que las herramientas de promoción que pueden ofrecer estos eventos son la clave para que la banda tenga su sitio el mundo de la música. De la misma manera que no se suele dudar de buenas a primeras del verdadero valor de los estudios, tampoco se duda del valor positivo de participar en los concursos-festivales.
En mi opinión, la clave del éxito de participación en estos concursos se encuentra en el valor añadido con el que se venden. El valor del impacto que supone exponerse en uno de estos concursos es difícil, seguramente imposible, de medir. Un máster puede constar desde 5.000€ a 9.000€, es caro, pero siempre habrá alguien dispuesto a pagar ese precio por su valor añadido: prestigio del centro educativo, el tiempo que se tarda en encontrar trabajo al finalizar el curso, los profesores, etc. En cualquier caso, la universidad es la que pone el precio a sus cursos. Surface y Wolfest también le ponen precio a los beneficios de participar en el concurso: 150€ y 500€ respectivamente, que son el número de entradas vendidas obligatorias.
Tanto el Surface como el Wolfest son negocios y en ningún negocio hay que hacer sacrificios en vano. De la misma manera, los grupos más profesionales que entienden su música como un negocio también deben aplicarse la misma regla. Hay que reflexionar siempre sobre los beneficios que pueden generar este tipo de concursos y conocer también las propias necesidades del grupo. A partir de ahí, se debe valorar si se está dispuesto a pagar lo que piden los organizadores, si la oportunidad de participar vale lo que cuesta.
Este año tenía y tengo un amigo que toca en el surface con su grupo. He ido a casi todos los conciertos y, realmente, te dejas una pasta, no sólo ellos sino también todos los amigos. Estoy de acuerdo en lo que dices, si lo que quieren es promocionar, ¿por que no lo hacen de forma gratuita o sólo mediante el dinero de los sponsors? A los amigos de los grupos que tocan que les dejen en paz, que no paran de desangrarnos. Y es verdad, las salas donde tocan en el surface son una basura: pequeñas, mal iluminadas, sonoridad 0 y el equipo tampoco para tirar cohetes, porque en algunos conciertos se acoplaban los instrumentos que daba gusto.
ResponderEliminarAl menos, los fotógrafos eran buenos, algo es algo.
Hola Cristina. Te escribo desde la organización de Wolfest. Entiendo tu postura, pero creo que antes de lanzarte a la crítica si deberías hacer un poco de periodismo de investigación.
ResponderEliminarMe gustaría que volvieras a hacer las cuentas...1000€ de premio, vale, más el segundo premio, más la sala (te puedes imaginar que la Joy Eslava o Razzmatazz no son precisamente baratas y eso de que nos las dejan tiradas...ojalá!), más técnicos, más backliners, más cartelería, más promoción, más producción. Somos músicos y sabemos que hay que currarse el vender 50 entradas, pero precisamente porque hemos estado en esa posición intentamos ser lo más transparentes posible. ¿De veras te parece tan descabellado vender 50 entradas por todo lo que ofrecemos? Acceder directamente a lo que en otros concursos tardas varias fases (en las que tienes que llevar a tus colegas para pasar) en obtener, es decir, una "final", en una gran sala, con muy buenos premios, además de una sesión de fotos profesional y la grabación en audio y video del concierto sólo por participar. De veras que nos hemos ajustado al máximo, quizá hasta demasiado.
Entiendo que bandas con una trayectoria consolidada no estén para este tipo de concursos, pero date cuenta que está enfocado para bandas que de otra manera no tendrían acceso a tocar en este tipo de salas ni con estas condiciones. Intentamos acercar al músico novel a una producción profesional de primera categoría.
En Wolfest intentamos ser totalmente transparentes, no ocultamos nada, todo está en las bases, no como en otros concursos. Así, el que esté interesado se apuntará y entendemos que haya bandas que no lo estén y no lo harán.
De todas maneras, mejor que yo, pueden hablar las bandas que ya han pasado por nuestros 20 conciertos hasta la fecha, y de hecho lo hacen, sólo tienes que echarle un vistazo a nuestro facebook (http://www.facebook.com/Wolfest/183951588302573)y ver lo que opinan las bandas (que son los que realmente nos pueden juzgar), y no sólo las que han ganado algún premio, sino también las que no. Todas están encantadas, así que algo tendrá este concurso.
Espero que cambies de opinión, por lo menos sobre la buena intención de la organización del fest, así que no nos metas en la misma saca que a otros. Un fuerte saludo.
Hola Anónimo,
ResponderEliminarAgradezco que hayas querido responder a este artículo, y sobre todo, de la manera tan respetuosa en la que lo has hecho.
Revisando nuevamente el artículo, veo que en algunos momentos me he puesto dura respecto a las intenciones de los concursos, sobre todo respecto a lo que los beneficios se refieren. Tuve la oportunidad de asistir a uno de los concursos del Wolfest, y estoy de acuerdo en lo que dices respecto a la profesionalidad del evento, al que he querido hacer referencia en el artículo. Veo que es posible que ese punto no haya podido quedar muy claro, por lo que dejo constancia aquí de que el Wolfest ha escogido salas profesionales y un equipo profesional para la ocasión. No sólo lo he podido ver, sino que grupos que han participado me han hecho llegar esta opinión. Estoy totalmente de acuerdo en lo que dices de acercar al músico novel a una producción profesional y de primera categoría.
Me hubiese gustado escribir un artículo más neutro del que finalmente, y tras varias revisiones, he dado como bueno para publicar, pero he intentado dar mi opinión siempre intentado dejar constancia de que era mi visión personal. A medida que escribía el artículo el Wolfest se presentaba como la opción más profesional. Las comparaciones entre un concurso y otro reflejan una diferencia que, para mí, decantan la balanza a favor del Wolfest. Mi intención es que cada lector cree su propia opinión a través de las comparativas y desconfianzas que he expresado.
Como he mencionado en el artículo vuestro trabajo implica una gestión del alquiler de la sala, la organización de los conciertos, la impresión de cartelería, promoción… el resultado es el que has mencionado, y con el que estoy totalmente de acuerdo, y es que sois un equipo profesional.
(continúa)
Con el artículo no he querido poner en duda la profesionalidad del Wolfest, sino reflexionar sobre que cada grupo tiene unas necesidades/expectativas/intereses distintos según el punto de su trayectoria profesional en el que se encuentren. En mi artículo hago mención que este tipo de concursos es una excelente oportunidad para los grupos que empiezan, a los que supongo que en tu respuesta has referido como “grupos noveles”. Igual que tú, opino que es una oportunidad única para tocar en un ambiente profesional y llevarse un recuerdo único que es el verse fotografiado y grabado en una sala como es Razzmatazz.
ResponderEliminarEste artículo no pretende reclamar nada a los organizadores de los concursos. Mi intención ha sido promover unos minutos de reflexión para los grupos que no son noveles, pero que tampoco han conseguido todavía un reconocimiento suficiente dentro del mundo musical, y que son sensibles a la publicidad de vuestro concurso y el de otros. Mi opinión es que para vender cualquier idea se requiere del marketing y la publicidad, lo cual no implica engaño. Por el éxito que ha tenido vuestra propuesta y por la información disponible en vuestra página web, veo que habéis vendido el concurso de una manera excelente y que gracias a ello los grupos han podido disfrutar de una experiencia profesional y, supongo, que tanto sponsors como salas habrán quedado encantados en formar parte de vuestro proyecto.
Creo que participar en el Wolfest no implica necesariamente que el grupo salga perdiendo pero también es posible que no salga ganando tanto como esperaba, no por culpa del concurso sino porque los beneficios que puedan obtener no son los que ellos esperaban ni tienen el mismo valor que para un grupo novel. Pero insisto en que decidir el auténtico valor de participar en cualquier concurso depende únicamente de cada grupo.
Quiero dejar constancia de que vuestra publicidad no es engañosa ni dejar en duda vuestra profesionalidad. Mi opinión respecto ese punto es positiva y el lector puede (y debe) también ver la opinión de los otros grupos al respecto.
Desde aquí os pido disculpas a todo el equipo del Wolfest si mis palabras han podido dar pie a dudar de la profesionalidad de vuestro concurso. El Wolfest me parece un proyecto serio. Pido disculpas también por haberos hecho sentir que vuestro concurso es el equivalente a otros con el que no compartís la misma forma de trabajar. A lo largo del artículo he comparado ambos concursos para poder ver las similitudes, pero también ver las diferencias.
De nuevo, muchas gracias por vuestra respetuosa participación y muchas gracias también por vuestro interés en las publicaciones de Hot Buzz.
Os mandamos un fuerte y cordial saludo!
hola!!!
ResponderEliminarsoy amiga de un grupo que participó el año pasado en el surface (Bustin' Out!!!) y sólo quería desmentir dos cosas que se han dicho en este artículo.
1. Por lo que tengo entendido, al menos en el Surface, los grupos no está obligados a vender un mínimo de entradas en ninguna fase. Si vendes "0" sigues participando, aunque es evidente que el voto del publico lo tienes perdido. Los grupos saben perfectamente como va el concurso y si se lo toman enserio el concurso tienen que currarse lo de las entradas, pero al menos no tienen que poner pasta de su bolsillo si no llegan a vender "x" entradas, que ya es algo a diferencia de otros concursos.
2. Lo de que las salas no son "profesionales" no lo se en las primeras fases pero yo estuve en la Becool y en la Salamandra 1 y creo que son de las salas mejores salas de Barna, sobre todo en esta última en donde el espectáculo fué brutal.
No se como irá el Wolfest pero mis amigos acabaron bastante contentos con su participación en el Surface.
Gracias y salut!!
Pues yo ví como en el surface ganaban grupos mediocres mientras que bandas mucho mejores y mas innovadoras se quedaban fuera.
ResponderEliminarComo dice la amiga de Bustin' Out, ellos precisamente tocaban trash metal, pues muy bien, lo hacían "mas o menos", como una copia de metallica, megadeth o antrax... Osease, creatividad cero, mas de lo mismo y sin embargo se llevaron uno de los premios cuando había bandas mucho mejores.
No participé en el concurso, pero sentí una indignación terrible al ver un criterio mas basado en música sin nada de original (ganó un grupo que hacía punk hardcore "californiano", el paradigma de la originalidad!) ni en la composición, ni en la técnica.
Vergüenza sentí cuando antes habían pasado músicos realmente innovadores y virtuosos que creaban un nuevo sonido. Quizás demasiado bueno para que lo apreciasen
Dos años despúes.....Cristina,te quedaste corta ó puedo decir que eres premonitoriamente bruja?todo y cuanto mencionas en este articulo,se sobrecumple y lo lamentable, es que sean "músicos" quienes organizen estos "Tristevales", se cumple el paradigma de todos aquellos quienes quieren destruir la cultura en España,la hecha y la por venir,he participado esta noche como oyente y penosamente para el presentador-músico?-esposo y promotor de Bosco , soy músico y lamento la desición de enviar a Francia y Gran Bretaña un sonido tan pobre "representando"....pregunto que? no a España espero, por que se selecciona algo tan mediocre? me pueden explicar que redito les deja desprestigiar a los noveles creadores que aportaron mucho más en condiciones tan pesimas, sin prueba de sonido, Feedbacs a discrección y algunos "detalles" más que no menciono para evitar alargar este comentario, ya que esta edición "nacio muerta", lo peor es que se han pegado un tiro, ya sea por conveniencia, por Tongo como gritaban desde el publico ó por ignorantes, la agrupación ganadora de este "Tristeval" no solo no representa los nuevos sonidos de España, es que ni tan siquiera, representa mejores propuesta del propio "Tristeval" y si la selección se produjo por omisión de conocimientos músicales, procurense luego entonces un mejor jurado que un Decibelimetro ( que por cierto estuvo más acertado)en fin Cris, para que no te sientas defraudada queria dejarte un dato para finalizar ,si esta noche tocarón diez bandas( no estuve desde el principio, por ello no lo puedo asegurar y tanta mediocridad me produce pereza como para superar el hastío de los oportunistas)habran facturado €6.000 ya que en medio de esta crisis cada banda debio entregar sus primeras 60 entradas a razón de €10, ahí tienes erl apoyo y el sacrificio de estos ladrones de esperazas que se hacen llamar
ResponderEliminar